Esta
semana, dos personalidades públicas –los periodistas Jorge Lanata y Beto
Casella– se mostraron en los medios masivos de comunicación fumando un
cigarrillo electrónico, cuyo uso y comercialización están prohibidas en
Argentina desde 2011 por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos
y Tecnología Medica (Anmat) y por la Ley Nacional de Control de Tabaco.
Hasta
el momento, no existe evidencia científica contundente que confirme que los
cigarrillos electrónicos ayudan a dejar de fumar y, mucho menos, que no generan
riesgo para la salud. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud
desalienta su consumo.
Además
de estos motivos, que son sumamente importantes, las acciones –buenas o malas–
de las personalidades públicas en los medios de comunicación son un ejemplo a
imitar por los adolescentes, principal target de la industria tabacalera. Tan
es así que diversos estudios internacionales mostraron que más de la mitad de
los adolescentes que empezaron a fumar lo hicieron luego de ver a
personalidades públicas fumando.
De
acuerdo a la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes de 2012, del
Ministerio de Salud de la Nación, el 22% de los adolescentes de la Argentina de
entre 13 y 15 años fuma.
El
promedio de edad en la que los jóvenes empiezan a fumar es a los 12 años, y
estos nuevos clientes, que podrían hacerse adictos a la nicotina, son jóvenes
de países en vías de desarrollo, que es donde apuntan las publicidades de la
industria tabacalera.
Por
estos motivos, BASTA! repudia las acciones de Jorge Lanata y Beto Casella en
los medios masivos de comunicación e invita a las personalidades públicas que
estén a favor de una vida sin manipulación ni engaños a que difundan mensajes
en contra del tabaquismo y a favor de la vida saludable.