lunes, 5 de mayo de 2008

Reflexiones

¿ES EL TABAQUISMO UN PROBLEMA REAL EN ARGENTINA Y EN AMÉRICA LATINA?

Mucha gente se pregunta si tiene sentido que los estados y ciertas organizaciones dediquen sus energías y recursos a luchar contra el tabaquismo.

Conociendo la postura que desde la ignorancia o la voluntad de engaño dice: “ese es un problema para países muy desarrollados, nosotros tenemos problemas más importantes”, consideraremos brevemente ciertos aspectos que nos ayudarán a responder.

La Argentina, al igual que la mayoría de los países de América Latina, está viviendo hace algunos años un estado epidemiológico llamado “de transición”. Consiste en un pasaje entre el perfil sanitario donde las enfermedades prevalentes eran infecciosas o carenciales (típico de países “subdesarrollados”), a un perfil donde predominan las enfermedades crónicas (típico de países “desarrollados”).

En otras palabras, se pasa de un país donde la gente enferma y muere por diarreas, paludismo, tuberculosis, HIV, desnutrición, etc., a otro donde enferman y mueren por enfermedades cardiovasculares, diabetes y el cáncer.

Muchos países supuestamente subdesarrollados ya están hace tiempo en este segundo grupo, o peor aún, sufren lo que se llama la “doble carga de enfermedad”, es decir que coexisten enfermedades típicas de países del “primer mundo” con las típicas del “tercer mundo”.

La primera causa de muerte por cáncer en el mundo, es el cáncer de pulmón, tanto en hombres como en mujeres. Más del 90 % de los cánceres de pulmón son producidos por el tabaquismo. De igual forma el principal factor de riesgo prevenible para las enfermedades cardiovasculares, es el tabaquismo.

En Argentina mueren 40.000 personas por año por el tabaquismo, y en toda América 1.000.000.

Si tuviera que mencionar un único factor para mejorar la salud de las distintas poblaciones, diría que en los países que tienen el perfil de enfermedades carenciales e infecciosas, ese factor es el agua potable, y en aquellos donde predominan las enfermedades cardiovasculares y el cáncer (tal es el caso de Argentina), es la reducción del tabaquismo.

Dado que los países más “desarrollados” están restringiendo fuertemente a la industria tabacalera, ésta se está desplazando hacia países donde las leyes son menos rigurosas, y pueden encontrar poblaciones vulnerables y mercados en expansión, como los de Europa del Este, Paquistán, o América Latina. Sin embargo las oficinas centrales de las industrias seguirán estando en los países como Suiza, Gran Bretaña o EE.UU., y el flujo de dinero seguirá yendo desde los países donde se sufren las consecuencias del consumo, hacia los que lo administran.

Concluyendo, el tabaquismo no solo es un problema concreto en la actualidad, para América Latina y el resto del mundo en desarrollo, sino que lo será cada día más. Es por esto que tiene sentido que desde los estados y desde las ONGs trabajemos contra esta grave epidemia e intentemos detener su inminente expansión.

Tomás Baliña.

BASTA!

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